viernes, 23 de febrero de 2024

El dragón de flores de María García Esperón

 En México  ya se va retirando  el invierno y timidamente da sus pasos la primavera.

Ante estas bugambilias de colores, María García Esperón se ha inspirado para crear el dragón de flores, para la colección de dragones y el libro de poemas que lleva como título "El dragón de oro"








domingo, 19 de marzo de 2023

El día en que todo cambió

Lorde


Ese día, como todos los días, llevé a mi hija Sol al preescolar. 

Parecía un día normal hasta que llegó la hora hora del recreo.  A partir de ese momento, todo cambió. 

Los niños salieron al patio a comer su almuerzo antes de jugar. Nadie se dio cuenta de que Sol se sintió atraída por algo o alguien que pasaba afuera de la escuela. 

Y es que la escuela, en tiempos pasados fue una casa y ahora la habían adaptado pero dejaron el patio tal cual se construyó; con un muro bajo al exterior, rematado por barrotes de herrería, los cuales permitían mirar de dentro hacia afuera y viceversa. 

Sol, no contenta  con acercarse, se encaramó al muro y para no caerse, afianzó cada una de sus manos a un barrote.  Pero no fue suficiente; ella quería sentirse más afuera de lo que consideraba un encierro. ¿Quién sabe cómo? logró sacar la cabeza entre los barrotes, lo cual le causó gran alegría pues había conseguido estar dentro y fuera a la vez. 

Su dicha fue interrumpida por la campana que anunciaba el fin del recreo. Fue en ese momento en el que Sol se dio cuenta de que no podía meter la cabeza de regreso; ¡estaba trabada! 

En ese momento también, las maestras y compañeros se dieron cuenta de que faltaba Sol y en ese momento escucharon su llanto. 

Todos corrían de un lado a otro. 

¡Se armó una rebambaramba! 

!Había que poner calma! 

La directora mandó a las maestras con sus alumnos a sus salones y solamente se quedó con el intendente  de la escuela para encontrar una solución:

¿Llamar a los bomberos?

¿Llamar a un herrero?

¡Un milagro era lo que se necesitaba! 

En eso, el gato Manchas de la casa vecina , saltó hacia Sol y comenzó a maullar. 

Sol, atraída por Manchas, quién sabe qué movimiento hizo, que destrabó su cabeza y quedó ¡libre!  Eso sí, tenía las orejas coloradas y adoloridas. 

Al otro día, cuando llevé a Sol a la escuela, nos extrañó mucho ver la fachada tan cambiada; arriba del muro ya no podía entreverse la escuela  pues habían placas metálicas atrás de los barrotes.  Antes de que entrara Sol a la escuela, llegó Manchas y se enredó entre sus piernas a modo de saludo. 

F I N

lunes, 13 de marzo de 2023

EL CIRCO DE LOS CIEN DÍAS

 

  


                                                                                            Cuento Poema de Lourdes García Esperón

 


Me complace presentar

a tan notable audiencia

un espectáculo jamás mirado

en esta bella ciudad.

 

Nada más, ni nada menos

les hablo yo del Circo del…

¡No!, ¡no!, ¡no!, ¡no!,

no se trata de ese circo;

pues nos pueden demandar.

 

El Circo que presentamos

es el Circo de los “Cien días”.

Este nombre singular

se debe a que solamente

cien representaciones da,

en todo un año cabal.

 

Lo que ustedes van a ver

es lo más sobresaliente

de su actual Presentación;

en tournée por toda América

con el nombre “Zarabanda”.

 

Aquí es cuando mis compañeros

deben de estar muy atentos,

pues todos nosotros juntos, somos el circo.

 

Escuchen pues muy bien

La lista del casting solicitado:

 

Monsieur Mousse, que es el fortachón del circo,

un equilibrista que no tenga miedo a las alturas,

una colombina graciosa y que le guste bailar,

tres malabaristas diestros en este difícil arte,

tres Payasos,

cuatro gimnastas,

un bufón a quien le guste contar historias,

una princesa encantada y encantadora,

el señor de la niebla, o sea, el malo del cuento,

varias hadas que le den magia a nuestro cuento,

y por último: un ligero corcel blanco

 

Directamente de Francia,

como fortachón del circo

tenemos a Monsieur Mousse;

un Hércules por su fuerza,

por su valor, un león.

No solamente levanta

una estrada en su cabeza,

un coche con los dos brazos

y una motocicleta en cada mano;

también ha llegado a alzar

un camión en su espalda.

 

Cuando en la pista aparece,

da una vuelta saludando

mostrando así su figura,

sorprendiendo a su público.

Para emocionarnos, ruge

y los payasos asustados,

se esconden en un rincón.

Monsieur Mousse no sólo es fuerte,

es también muy presumido,

bien plantado y atrevido,

apuesto, gallardo y diestro,

con aires de gran galán.

Y aunque raro sea encontrar

fuerza unida a inteligencia,

este Coloso de Circo

sí tiene en la mente brillo.

 

Por señas particulares

de arriba abajo lo describo:

sus cejas negras y espesas

son los arcos de dos triunfos

que se vuelven ojivales

cuando mucho esfuerzo hace.

Un mostacho negro y fino

enrollado a los dos lados.

Su cuello es una columna

y se ensancha a voluntad;

sigue un pecho impresionante

y una cadera esbeltita.

Las piernas son unas rocas

afianzadas a sus pies.

 

 

Aparece en pista ahora

el equilibrista andino,

saluda a todos y pronto

sube altas escaleras.

Se dispone ya a cruzar

todo el espacio celeste

por un hilo tan delgado

que nadie lo puede ver.

Allá en lo alto si miras,

va él caminando en el aire

con paso siempre seguro

y la sonrisa en los labios.

Llega por fin con su amada,

la graciosa Colombina.

 

 

 

Ella aplaude su valor

y un beso en premio le manda.

Sin saber de dónde lo saca,

gran regalo le presenta:

es una bicicleta alada

para que no se fatigue

su Romeo al regresar

por ese delgado hilo.

 

Mientras tanto, allá abajo

llegan los malabaristas.

Traen consigo

esferas como naranjas

y bolos multicolores.

 

Inician los malabares,

se van desplazando mundos,

miras planetas girando

tan veloces que te aturden.

 

 

 

 

Todo es color en esferas

movimientos que no cesan.

Cuando de tanto mirar

sientes los ojos cansados.

 

Pensando en esto te quedas

cuando sin saber por dónde,

cómo, ni cuándo llegaron,

descubres a los payasos

y aunque aquí tus ojos cierras

por un antiguo temor,

te das cuenta de una cosa,

los payasos no te espantan;

son chistosos y espontáneos,

sus actos son divertidos

y atraen toda tu atención;

no sólo provocan risa,

también asombro y sorpresa

pues hacen actos de magia.

 

Con ellos viene un bufón

como en las Cortes de Reyes.

Él se va a la otra pista

para demostrar su ingenio

en el arte de alegrar

y entretener a su público.

 

Con piruetas, saltos,

maromas y otras acrobacias

te asombran las gimnastas.

Han llegado de repente,

vestidas de muchos colores.

Por mas que quieres contar

no aciertas a saber si son

Cinco, diez o veinte;

tan rápido que se mueven,

pareciera que volaran

y que fueran a quebrarse

al hacer sus contorsiones.

 

 

Aunque te han maravillado

las cabriolas de colores,

la magia de los payasos,

y toda la prestidigitación,

ya estás un poco cansado.

 

De pronto una melodía

atrae toda tu atención

y ves a la hermosa Colombina

danzando alegre en la pista.

 

Es tal su gracia y donaire

que a todos ha embelesado.

 

 

Después de mucho bailar

se dirige a su columpio.

Es ahí cuando el fortachón,

Monsieur Mousse,

con afán de apantallar

enfrente de ella levanta

una grada con cien gentes.

 

 

 

Colombina ni se inmuta,

pero aplaude al fortachón

por no ser maleducada.

 

El bufón enamorado,

suspira fuerte

y late su corazón.

por la hermosa Colombina

¿Cómo podría conquistarla?

¿Con flores, dulces y cantos?

¿Con maromas o con risas?

Mejor contándole un cuento:

Todos se sientan y escuchan.

 

 

Había una vez en un bosque

de un conocido país,

una princesa dormida

bajo la sombra de un sauce.

 

Es Lucinda la princesa

que aburrida en su palacio,

no encontraba diversión

y salió a dar un paseo.

 

Un paseo corto, pensó

pues el día menguando está

y es menester regresar

a la hora de cenar.

 

 

 

 

Caminaba la princesa

repasando pensamientos

y tan distraída iba

concentrada en abstracciones

que ya no supo

dónde quedó su palacio.

 

Comenzaba a oscurecer

cuando se sintió extraviada.

¿Por qué distraída iba?

se reprochaba a sí misma.

“Debo encontrar el camino

de regreso al palacio”.

 

 

El hada tornasolada

que se encontraba en el bosque

buscando savia en las plantas

para elaborar perfumes,

divisó a la princesita

y supo que estaba extraviada.

¡Pronto! – se dijo volando;

Dejó la sabia labor

y mejor se preocupó

en proteger a Lucinda,

revoloteando en lo alto

como una atenta lucecita.

 

La pobre princesa nuestra

camina una y dos horas,

le duelen mucho los pies,

el cansancio la ha vencido.

 

Encuentra este sauce llorón

y decide descansar,

pero se queda dormida.

 

Mientras Lucinda dormía,

el Gran Señor de la Niebla

salió de una nube de bruma,

causando enorme temor

a todos los animales,

pero menos a Lucinda

que tiene un sueño profundo.

 

 

Hay una espesa neblina

no se distingue Lucinda.

 

Se escucha una horrísona voz:

-¿Qué hace aquí esta princesa,

dormida en mis propiedades?

¡No sabe acaso que el bosque

es mío y de nadie más!

¡Y no permito yo a humanos

en mis dominios dormir!

 

Lucinda duerme tranquila

pues las hadas del lugar,

alertadas en sus troncos

salieron todas volando

a brindar su protección

al sueño de la princesa.

 

 

¿Y qué sueña la princesa?

Ella sueña en una pista

del Circo de los Cien Días

donde un caballito blanco

da vueltas casi volando.

 

En su lomo se ve ella

vestida de bailarina,

danzando siempre ligera

y enviando besos alados.

 

En el bosque sale el sol

y ese temido señor

de la niebla o la neblina

rápido se evaporó.

 

 

Ahora el sol está en lo alto

cuando manda una emisaria;

al hada tornasolada.

 

Lucinda despierta al fin

Y no lo vas tú a creer

que en medio del bosque ve,

nada mas ni nada menos

la Carpa de un Circo Brillante.

¿Adivinas?

¡Eso es!

¡La carpa de los Cien Días!

 

 

 

 

Se acerca y se anima a abrir

la cortina de la magia

y lo primero que ve

es el caballito blanco

dando vueltas a la pista

con ligera bailarina

sobre su lomo feliz.

 

Lucinda duda si es real

esto que está ella mirando;

piensa que sigue soñando

y ya se va a pellizcar,

cuando sentado en un palco

del Circo de los Cien Días,

ve ella a su padre el rey

muy divertido aplaudiendo.

 

 

Todos vuelven la cabeza

hacia la linda princesa.

Colombina se le acerca

y con graciosa caravana,

la invita a participar

en una hermosa danza,

cerrando con broche de oro

la función del día de hoy.

 

 FIN

 

 


domingo, 29 de septiembre de 2019

Pastorela corta para niños


Pastorela Quechita

Lourdes García Esperón

 

PERSONAJES


ÁNGELES

CELESTE

RUBÍ

ZAFIRO

ANGIE

 

PASTORES

ZENODIO

ZINDRA

ZENTELLA

ZAIR


DIABLOS

ESCANDIO

FRANCIO

ITERBIA

LUTECIA






ESCENA I. ÁNGELES

CELESTE
En el cielo y en la tierra
Es día de gran festejo
Pues en Belén ha nacido
El mesías prometido.

RUBÍ
Hoy es la Nochebuena
Que se sepa en todos lados
Y que vengan los pastores
Y también los Reyes Magos.

Salen los Angelitos a bailar o cantar el Villancico de “Alegría, alegría, alegría”


ESCENA II. ÁNGELES Y PASTORES

LLEGAN LOS PASTORES
ZAFIRO
Pastores, pastoras y pastorcitos
Hagan ya sus ataditos,
Prepárense a andar camino
Hasta llegar a Belén.

ZENODIO
¿or qué hemos de caminar
tan lejos y con tanto frío?
Yo mejor me quiero quedar
en mi jacal calientito.

ZINDRA
No son estas buenas horas
de andar por los caminos;
somos pobres pastorcitos
y no tenemos mas lujos
que dormir junto a un buen fuego

ANGIE
Despabílense pastores
y que los sigan los otros
que ha nacido el redentor
en un humilde pesebre.

ZENTELLA
¿Quién nos dirá el camino
en esta noche sin luna?

CELESTE
Un lucero los guiará
hasta la cuna divina.
Mírenlo ahora en el cielo! (EL ANGEL APUNTA AL CIELO)
Cintilando está en lo alto. (TODOS LEVANTAN LA VISTA)

ZAIR
No gastemos más palabras
y emprendamos ya la marcha,
con gusto y con alegría
y mi burrito sabanero.
Salen los ángeles y bailan los pastores el Villancico de Mi burrito Sabanero.
Salen los Pastores.




escena iii. diablos

Aparecen los diablos.

ESCANDIO
Qué se estará cocinando
en esta aldea de pastores
que no se ve aquí ni un alma
ni luz en ninguna casa.

FRANCIO
Hablando de cocinar,
como que me está dando hambre.
y me quisiera comer
un buen caldo de ternera
o un pozole de res.

ITERBIA
Yo vine a sembrar cizaña
y resulta que no hay nadie.
(A LOS OTROS DOS)
Vamos andando aprisa
donde se ve mucho polvo.
Pienso que son los pastores
que se van para otro lado.

LUTECIA
VIENE CORRIENDO A ALCANZAR A LOS OTROS DIABLOS
¿Con que me andaban dejando?
Por qué se ven todos serios
¿Ya se van a trabajar?
¿De que se trata el relajo?

ESCANDIO
Se nos fueron los pastores
Y no quedó ni uno solo.
Ahora vamos tras ellos
a entorpecer su camino

LUTECIA
Yo sí me voy con ustedes
para tener diversión.
TOMA DEL HOMBRO A LOS DEMÁS
Cuatro diablos en camino
Van a hacer muchas diabluras

 SE VAN BAILANDO LOS DIABLOS.



ESCENA IV DIABLOS Y PASTORES

LLEGAN LOS PASTORES POR UN LADO Y LOS DIABLOS POR EL OTRO.
ZENODIO
(A LOS DIABLOS)
¿Y ustedes de dónde vienen
por qué están tan colorados?

ESCANDIO
Somos los  primos hermanos
del Chapulín Colorado.

LUTECIA
Y tenemos mas astucia
Que ese tal chapulín.
Miren nada mas amigos
Que los venimos siguiendo
para….
ESCANDIO
Para que no vayan solitos.
Ni se aburran ni se cansen.
Y por si les da mucha hambre
Aquí les traemos tortas
Y atole de chocolate.

FRANCIO
(A LOS PASTORES FINGIENDO UNA VOZ MUY DULCE)
Pastorcitos tan bonitos
Vengan, júntense y escuchen:
(LOS PASTORES HACEN MEDIO CÍRCULO ALREDEDOR DE LOS DIABLOS)
¿Por qué caminan de noche
Con este frío matacabras?

ZENTELLA
Vamos a Belén, señores
A adorar al niño dios
Que ha nacido entre los pobres.

ITERBIA
Ah, vaya!
¡Con que de eso se trata!
¿Y quién les ha dicho eso
que me parece una farsa?

ZINDRA
No pronuncien tal palabra
Pues del Cielo han sido enviados
ángeles y serafines.
No se fueron con los ricos;
Nos buscaron a nosotros,
A los humildes pastores
Para honrar al Rey de Reyes.

ITERBIA
BURLÁNDOSE.                                 Me conmueven con su historia.
Me dan ganas de llorar
¡Qué lindos los pastorcitos
Son invitados de honor!


ESCANDIO
Olviden esas patrañas
Y mejor bailemos salsa.
SE ESCUCHA MÚSICA Y BAILAN. LLEGAN LOS ÁNGELES Y LA MÚSICA SE DETIENE ABRUPTAMENTE.
ESCENA V ÁNGELES, DIABLOS Y PASTORES.

CELESTE
¿Qué significa este jolgorio?
(A LOS PASTORES) Qué no iban a Belén?
(SE DA CUENTA DE QUE ESTÁN LOS DIABLOS)
¡Ahh! ¡Me lo debí suponer!
¡Los diablos tenían que ser!

RUBÍ
Pastores tengan cuidado
De estos diablos tan ladinos
Que se cuelan donde quiera
y son unos grandes pillos.

ANGIE
Estos amables señores
Nos trajeron diversión
Y se ofrecieron con gusto
a hacernos compañía.



ZAFIRO
Qué ingenuos los pastorcitos
Se dejaron engañar
Por los diablos del infierno
CORRIENDO A LOS DIABLOS                                Úshala, úshala!

ANGIE
(CORRIENDO A LOS DIABLOS)     Úscale, úscale!
Vayan a hacer fechorías
A otro lado del planeta.

SE VAN LOS DIABLOS
ZAFIRO
(A LOS PASTORES) Ahora sí pastores,
sigan su camino en paz.
Los ángeles los seguiremos
hasta el pesebre de Dios.

APARECE LA ADORACIÓN (EL NIÑO DIOS, LA VIRGEN Y SAN JOSÉ).VILLANCICO FINAL DE TODOS.

F I N

Lorde

Lorde
lgarciaesperon@yahoo.com

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