domingo, 29 de septiembre de 2019

Pastorela corta para niños


Pastorela Quechita

Lourdes García Esperón

 

PERSONAJES


ÁNGELES

CELESTE

RUBÍ

ZAFIRO

ANGIE

 

PASTORES

ZENODIO

ZINDRA

ZENTELLA

ZAIR


DIABLOS

ESCANDIO

FRANCIO

ITERBIA

LUTECIA






ESCENA I. ÁNGELES

CELESTE
En el cielo y en la tierra
Es día de gran festejo
Pues en Belén ha nacido
El mesías prometido.

RUBÍ
Hoy es la Nochebuena
Que se sepa en todos lados
Y que vengan los pastores
Y también los Reyes Magos.

Salen los Angelitos a bailar o cantar el Villancico de “Alegría, alegría, alegría”


ESCENA II. ÁNGELES Y PASTORES

LLEGAN LOS PASTORES
ZAFIRO
Pastores, pastoras y pastorcitos
Hagan ya sus ataditos,
Prepárense a andar camino
Hasta llegar a Belén.

ZENODIO
¿or qué hemos de caminar
tan lejos y con tanto frío?
Yo mejor me quiero quedar
en mi jacal calientito.

ZINDRA
No son estas buenas horas
de andar por los caminos;
somos pobres pastorcitos
y no tenemos mas lujos
que dormir junto a un buen fuego

ANGIE
Despabílense pastores
y que los sigan los otros
que ha nacido el redentor
en un humilde pesebre.

ZENTELLA
¿Quién nos dirá el camino
en esta noche sin luna?

CELESTE
Un lucero los guiará
hasta la cuna divina.
Mírenlo ahora en el cielo! (EL ANGEL APUNTA AL CIELO)
Cintilando está en lo alto. (TODOS LEVANTAN LA VISTA)

ZAIR
No gastemos más palabras
y emprendamos ya la marcha,
con gusto y con alegría
y mi burrito sabanero.
Salen los ángeles y bailan los pastores el Villancico de Mi burrito Sabanero.
Salen los Pastores.




escena iii. diablos

Aparecen los diablos.

ESCANDIO
Qué se estará cocinando
en esta aldea de pastores
que no se ve aquí ni un alma
ni luz en ninguna casa.

FRANCIO
Hablando de cocinar,
como que me está dando hambre.
y me quisiera comer
un buen caldo de ternera
o un pozole de res.

ITERBIA
Yo vine a sembrar cizaña
y resulta que no hay nadie.
(A LOS OTROS DOS)
Vamos andando aprisa
donde se ve mucho polvo.
Pienso que son los pastores
que se van para otro lado.

LUTECIA
VIENE CORRIENDO A ALCANZAR A LOS OTROS DIABLOS
¿Con que me andaban dejando?
Por qué se ven todos serios
¿Ya se van a trabajar?
¿De que se trata el relajo?

ESCANDIO
Se nos fueron los pastores
Y no quedó ni uno solo.
Ahora vamos tras ellos
a entorpecer su camino

LUTECIA
Yo sí me voy con ustedes
para tener diversión.
TOMA DEL HOMBRO A LOS DEMÁS
Cuatro diablos en camino
Van a hacer muchas diabluras

 SE VAN BAILANDO LOS DIABLOS.



ESCENA IV DIABLOS Y PASTORES

LLEGAN LOS PASTORES POR UN LADO Y LOS DIABLOS POR EL OTRO.
ZENODIO
(A LOS DIABLOS)
¿Y ustedes de dónde vienen
por qué están tan colorados?

ESCANDIO
Somos los  primos hermanos
del Chapulín Colorado.

LUTECIA
Y tenemos mas astucia
Que ese tal chapulín.
Miren nada mas amigos
Que los venimos siguiendo
para….
ESCANDIO
Para que no vayan solitos.
Ni se aburran ni se cansen.
Y por si les da mucha hambre
Aquí les traemos tortas
Y atole de chocolate.

FRANCIO
(A LOS PASTORES FINGIENDO UNA VOZ MUY DULCE)
Pastorcitos tan bonitos
Vengan, júntense y escuchen:
(LOS PASTORES HACEN MEDIO CÍRCULO ALREDEDOR DE LOS DIABLOS)
¿Por qué caminan de noche
Con este frío matacabras?

ZENTELLA
Vamos a Belén, señores
A adorar al niño dios
Que ha nacido entre los pobres.

ITERBIA
Ah, vaya!
¡Con que de eso se trata!
¿Y quién les ha dicho eso
que me parece una farsa?

ZINDRA
No pronuncien tal palabra
Pues del Cielo han sido enviados
ángeles y serafines.
No se fueron con los ricos;
Nos buscaron a nosotros,
A los humildes pastores
Para honrar al Rey de Reyes.

ITERBIA
BURLÁNDOSE.                                 Me conmueven con su historia.
Me dan ganas de llorar
¡Qué lindos los pastorcitos
Son invitados de honor!


ESCANDIO
Olviden esas patrañas
Y mejor bailemos salsa.
SE ESCUCHA MÚSICA Y BAILAN. LLEGAN LOS ÁNGELES Y LA MÚSICA SE DETIENE ABRUPTAMENTE.
ESCENA V ÁNGELES, DIABLOS Y PASTORES.

CELESTE
¿Qué significa este jolgorio?
(A LOS PASTORES) Qué no iban a Belén?
(SE DA CUENTA DE QUE ESTÁN LOS DIABLOS)
¡Ahh! ¡Me lo debí suponer!
¡Los diablos tenían que ser!

RUBÍ
Pastores tengan cuidado
De estos diablos tan ladinos
Que se cuelan donde quiera
y son unos grandes pillos.

ANGIE
Estos amables señores
Nos trajeron diversión
Y se ofrecieron con gusto
a hacernos compañía.



ZAFIRO
Qué ingenuos los pastorcitos
Se dejaron engañar
Por los diablos del infierno
CORRIENDO A LOS DIABLOS                                Úshala, úshala!

ANGIE
(CORRIENDO A LOS DIABLOS)     Úscale, úscale!
Vayan a hacer fechorías
A otro lado del planeta.

SE VAN LOS DIABLOS
ZAFIRO
(A LOS PASTORES) Ahora sí pastores,
sigan su camino en paz.
Los ángeles los seguiremos
hasta el pesebre de Dios.

APARECE LA ADORACIÓN (EL NIÑO DIOS, LA VIRGEN Y SAN JOSÉ).VILLANCICO FINAL DE TODOS.

F I N

sábado, 21 de septiembre de 2019

el Hada de Paz de María García Esperón

http://mariagarciaesperon.blogspot.com/2017/09/el-hada-de-paz.html



Todos los días
al salir el sol
el hada de paz
despierta al Amor.

Dispone en un cesto
sonrisas y pan
y nubes de dicha
y ramos de azahar.

Sopla sobre el mundo
un diente de león
que lleva esperanza
y luz e ilusión.

Extiende su cuerpo
en un arcoíris
porque el hada quiere
que nadie esté triste.

Dice sus canciones
a las mariposas
porque el hada quiere
que broten las rosas.

Se viste de blanco
desde el corazón
porque el hada sueña
un mundo de amor.

domingo, 23 de junio de 2019

La importancia del saludo


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Generalmente insistimos a los niños sobre la importancia de saludar a los demás pero ¿se han fijado si todos los adultos saludan a los niños?

EL ÁNGEL BUENOS DÍAS Y 

EL MURCIÉLAGO NO-SALUDO

María García Esperón



A Clara le gustan los pepinos con sal, limón y chile , que le cuenten historias de su familia, andar en bicicleta y bailar. Le desagrada llevar a la escuela lunches vergonzosos (luego te explico qué es eso) y que su mamá le ponga camisetas de manga larga  debajo de la blusa; pero sobre todo, lo que más le disgusta es que los adultos no la saluden.
A veces, los niños, que son más chicos y se supone que saben menos cosas que los adultos, se portan más educadamente.
-Qué tal, Clara –dice María, que tiene nueve años.
-¿Cómo estás, Clara? –dice Jerónimo, de seis.
Y el colmo:
-Hola, Cara– medio dice Erik, de tres.
Clara tiene siete años y cuando llega a algún lugar siempre, pero siempre, saluda. A los chicos y a los grandes. A los animales y hasta a las macetas. ¿Y cómo no va a saludar a Uñas, el gato de la vecina, si todas las mañanas se mete a su recámara por la ventana entreabierta y se entera de los sueños de Clara fresquecitos, acabados de salir de la noche? ¿Cómo no va a saludar a Lunita, la coneja de su primo, que un día le hizo el favor de comerse disimuladamente la lechuga de su plato, que no le gusta? ¿Y la bugambilia que está frente a la puerta de su casa? ¿Cómo no va a saludarla, si ha crecido con ella y está de su mismo tamaño?
Cuando alguien la saluda y verdaderamente se interesa por ella, a Clara se le hace de día en su interior. Cuando la ignoran y pasan de largo como si fuera invisible, a Clara se le hace de noche. De noche oscura y con tormenta.
Y no es que sea exagerada. Es que a ella le importan mucho esas cosas. Y ya verás que tiene razón.
Clara vive en una pequeña ciudad en la que es posible encontrarte en la calle a tus familiares, a tus compañeros de la escuela, a los maestros y a las amigas de tu mamá.
Pues venía Clara con su mamá atravesando la placita cuando vio venir hacia ellas a la directora de su escuela.
¡Le dio mucho gusto! ¡La Directora! ¡La que todos los lunes dirige la ceremonia de Honores a la Bandera! ¡La que decide qué maestra le toca a cada quien!
Clara puso su mejor sonrisa y aguardó pacientemente a que su mamá y la directora intercambiaran besos. Conversaron brevemente. Intercambiaron unos números telefónicos. Se dieron otro beso. Muá-muá. Y se despidieron.
La Directora de la escuela de Clara ni siquiera volteó a ver a Clara.
La mamá de Clara estaba muy apurada para llevar a Clara al dentista.
Clara no podía creer que la directora de su escuela la hubiera ignorado.
Nadie dijo nada sobre el no-saludo de la Directora.
Pero esa noche...
Clara decidió que pondría las cosas en orden. Si algunos adultos se portaban de manera tan grosera, allá ellos. Y antes de dormir, muy calladita, cogió la caja de plumones que le regaló su papá y su cuaderno de cuadritos. Dividió en dos una hoja y pintó una mitad de azul claro y la otra mitad de negro, a secas. Sobre el color azul dibujó un ángel y sobre el negro un... -¿qué será bueno? –pensó. -¿Un diablo? No... me gusta el color rojo, es alegre. Dibujaré un murciélago.
Y así lo hizo. Dibujó un murciélago con las alas extendidas, negro como la noche, pues era el murciélago del No-Saludo.
Y del lado azul Clara escribió los nombres de sus papás, el de su abuelita y el de su primo y por supuesto a María, Erik y Jerónimo. Del lado negro, pensó escribir el nombre de la Directora, pero se dijo:
-Le daré otra oportunidad.
Clara se fue a dormir.
El lado negro se quedó vacío.

-¡Psst... oye tú, angelito!
-Buenas noches, ¿en qué puedo servirte?
-¡Órale, qué educado! ¿Te crees mucho, no? ¿No sabes para qué nos inventaron?
-Para hacer de este mundo un lugar mejor.
-¿Y nos pusieron nombres?
-Mmm, déjame ver... Oh, sí. A mí me llaman el Ángel Buenos Días y a ti, el Murciélago No-Saludo.
-¿Así que me tocó bailar con la más fea, verdad angelito? –le preguntó el Murciélago  No-Saludo al Ángel Buenos Días cuando tomados del brazo (bueno, de las alas) iban en camino a casa de la Directora.
-Según se mire, amigo mío. A la larga, harás tú más bien que yo. Y la Directora está bonita. Y se pondrá más bonita cuando salude y sea más educada.
-¿Qué hacemos? ¿La asustamos?
-No es necesario. Mejor le produciremos un sueño que la transforme en una mejor persona. Te dije que fuimos inventados para hacer de este mundo un lugar...
-¡Mejor! ¡Ya oí! ¡No seas pesado!
El Ángel Buenos Días se llevó el dedo índice a los labios para indicar silencio, pues ya estaban en la habitación de la Directora. Ésta dormía. El Murciélago No-Saludo se ubicó sobre su rostro y comenzó a aletear. Movía sus alas lentamente, produciendo un vientecillo que se convirtió en sueño.
Y ahí tienes a la Directora llegando en su sueño a la escuela, al salón de juntas donde estaban todos sus maestros charlando animadamente. Cuando ella entró, ninguno volteó a verla, nadie la saludó y cuando quiso hablar para manifestar su presencia, no le salió ni un sonido de su boca. Como si no existiera, los maestros discutían acaloradamente:
-Como no hay Directora, instalaremos una junta de emergencia.
-Todos seremos Directores.
-¿Los niños también?
-Claro, sobre todo los niños.
-¿Y por qué destituyeron a la Directora?
-Porque no saludó a una niña.
-¿Cómo fue capaz de hacer eso?
-Hay que predicar con el ejemplo.
-Qué bueno que la destituyeron. Quien no saluda a una niña no merece ser ni Directora, ni Maestra, ni Adulta, ni nada. Si les estamos diciendo continuamente a los niños que deben ser educados y saludar y nosotros somos los primeros en faltar a la más simple regla de educación, este mundo se pondrá de cabeza.
-Festejemos la destitución de la Directora-que-no-merecía-serlo compañeros.
-¡Festejemos!
La Directora empezó a angustiarse seriamente en su sueño.
Y entonces el Ángel Buenos Días, con toda cortesía, le pidió permiso al Murciélago No-Saludo para ocupar su lugar. Y comenzó a mover suavemente sus alas. Y el vientecillo azul le produjo a la Directora este sueño:
Salió del salón de maestros, oyendo todavía las voces que festejaban su expulsión de la escuela que había fundado. Salió de la escuela, sintiendo que su puerta se cerraba para siempre. Caminó por la calle y llegó a la placita. A lo lejos, observó que venía caminando Clara, una niña que cursaba el segundo año de primaria en su escuela, acompañada de su mamá.
Cuando estuvieron frente a frente, lo primero que notó la Directora fue la carita de Clara, emocionada y contenta por tener la fortuna de encontrar a la directora de su escuela, el temblor festivo de sus ojos y la coloración gustosa que adquirían sus mejillas. De modo que se sintió conmovida y antes de saludar a la mamá de Clara, se dirigió a la niña y además del “Buenos Días” de rigor, le manifestó que le daba mucho gusto encontrarla, tanto en el colegio como en la calle y que era lo mejor que le había pasado en el día. ¡Y vaya que era cierto!
El Ángel Buenos Días y el Murciélago No-Saludo regresaron a su cuaderno y se durmieron, pues estaban exhaustos. Al día siguiente se quedaron dormidos y no sintieron cuando Clara los llevó a la escuela. Por eso no vieron ni escucharon a la Directora, que hizo una ceremonia especial en el patio para hablar a los alumnos de la importancia de la educación y en especial del saludo. Dijo que muchas veces, los adultos cometen el error de no saludar a los niños. Que por prisa o descuido consideran que los niños no tomarán en cuenta el que los saluden o no. Y saludar es muy importante: es reconocer con amabilidad la existencia de las otras personas.
-Saludar contribuye a hacer de este mundo un lugar mejor -concluyó la Directora con una sonrisa.
En la tarde, después de la comida, Clara abrió su cuaderno y escribió en el lado azul, con letra cursiva –que le gusta más que la de imprenta- el nombre de la Directora.

◊◊◊◊◊

Lorde

Lorde
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