Gracias reiteradas a la Editorial Pintar Pintar, de generosidad transatlántica.
Nuestros ya conocidos poetas lectores de San Miguel de Allende, Guanajuato, que cursan el tercer año de secundaria, ahora se han lanzado a la segunda parte de su aventura con los libros: compartir su experiencia, las emociones que sintieron al leer el libro, con niños de segundo año de primaria.
Al principio, estaban temerosos de que los pequeños no les prestaran atención, pero no fue más que empezar a leer, a transmitir, a compartir... para crear, grandes y chicos, la magia única de una mañana de escuela que nadie olvidará.
Todo ama
|
Aurelio González Ovies, Antonio Acebal:
Todo ama en las manos de Arturo. |
A dos niños leí un cuento yo.
Sonrientes los dos
ponían atención
al cuento
que yo
les leía con amor.
(Arturo)
Colores y más colores
Los juzgamos por su tamaño.
Sólo vemos su carita,
esa linda sonrisa
llena de inocencia.
Cuando los ves de lejos
Pensamos que son raros
Pero si con ellos platicamos
Una gran amistad estrechamos.
|
La voz de Rosa Serdio y los colores de Ester Sánchez
recreados en la voz hecha color de Renata.
|
Ellos sólo piden
Que les cuenten un cuento
Para así divertirse
Y siempre están atentos
Ellos también piensan
Tienen imaginación
Y es tan grande
Como su corazón.
(Renata)
Tigres de la otra noche
|
Alejandro Magallanes, MGE y sus tigres se hicieron
valientes gracias a Sol |
Leyendo los versos
la niña decía
que un tigre quería.
En un mundo
donde la inocencia falta
recurriendo a los niños
que su sonrisa
nos llena el alma.
Necesitamos tener confianza.
Un tigre me vendría bien,
pensaba,
al verla pensar.
(Sol)
Mi madre
|
Aurelio y Job Sánchez son mirados por las sonrisas que a
los dos pequeños dibujó Renata cuando les leyó Mi madre. |
escuchaba mirando su sonrisa
al igual que su pensamiento.
Me hizo pensar en lo cierto:
Todas las madres son diferentes
pero tienen algo especial.
a pesar de la ausencia de su madre
Con una sonrisa una alegría
me dijo: “sí, yo también quiero a mi mami”.
(Vanessa)
Caracol
|
Caracol y detrás de su rastro Aurelio y Elena Fernández.
A Elisa le gusta llevarlos de la mano hasta los niños. |
Los niños pequeños
Son como sueños
Dulces tiernos
Del amor son los dueños
Son inocentes, son muy risueños
Son soñadores no tienen miedos
Y si los tienen han de enfrentarlos
Con sonrisa en la cara y sin pensarlos
Son pequeñitos con emociones
Tanto que tienen grandes corazones.
No se preocupan y sólo se divierten
Gozan de la vida muy inteligentes.
(Elisa)
Daniela
|
Daniela, Ana Tortosa y Ester Sánchez compartieron el recreo
de los pequeños y Héctor nos comparte su poesía.
|
Ellos de curiosidad se llenan
y aunque al principio sea difícil
siempre habrá un punto débil
pues de curiosidad son.
El hacer que se interesen
fácil no siempre será
pero ponerlos a imaginar
ellos solos lo harán.
Su sonrisa involuntaria,
su cara de inocencia
rompen inseguridades,
ponen a volar su imaginación.
El color del papel se ve en sus ojos
pues brillan de felicidad
al descubrir que hay mucho más
de lo que pueden ver
antes de su pequeño horizonte.
Ellos de curiosidad se llenan
y aunque no te lo digan, no importa
pues ellos de curiosidad son.
(Héctor)
La luna tiene una liebre
|
La luna, la liebre, Paco Álvarez Velasco y Fernando García-Vela
esperan su turno para que Paula los haga poema. |
Ellos atentamente me escuchaban
mientras yo les contaba
un cuento sin distinción
que hacía volar su imaginación.
Con cara sonriente,
Melissa decía:
la luna en el horizonte
sonreír me hacía.
Al terminar el cuento
se levantaron de su asiento.
Espero que les haya gustado,
que yo lo he disfrutado.
(Paula)
Chispina
|
Chispina, Aurelio y Ester fueron contados y cantados por Xanat. |
Entre letras y dibujos
imaginando lo que decía.
Uno de los niños muy
alegre sonreía.
La niña un poco callada
sin decir una palabra.
Tan sólo con la mirada
demostraba cuánto le gustaba.
Al terminar el cuento
adiós me dijeron:
con alegría a su salón se fueron.
(Xanat)
Colores con brisa
|
Los Carlos Pellicer -el poeta y el ilustrador-poeta-
y sus Colores con brisa en un muy buen rato con Ana y María Paola. |
Nos pusimos en fila
de dos en dos.
A cada quien
una sonrisa nos acogió.
Con un libro en mano
y un niño a mi lado.
“Qué bonito”, pensé,
ser así de feliz
al escuchar un poema cantar
¿Qué te parece?
¿Te gustó?
-Ma. Pao preguntó.
Los niños sonrieron.
Los dos asintieron
Felices se fueron
cuando el poema acabó.