martes, 14 de febrero de 2012

SOMBRALUNA





Siguiendo la tradición del Romance,
Nos llegan los versos de Sombraluna
Como nosotras es niña
y de noche suele soñar
con la luna y las estrellas
y otras veces con la mar.
Escuchen no sólo con los oídos
Y miren más que con los ojos
Las estampas de la Sombra
Sombraluna de María.


                                                         ROMANCE DE SOMBRALUNA
 María García Esperón

Sombraluna Sombraluna
es niña y cruzó la mar
en una tarde de plata
que oyó sirenas cantar.

-Sirenas, Verdesirenas
¿puedo quedarme a jugar?
Me peinaré con sus peines
y puliré su coral.

Me aprenderé sus canciones,
les cuidaré su rosal,
les sembraré margaritas
en sus jardines del mar.


                                          

Las blancas estrellas miran
el verde oscuro mirar
donde está la luna niña
la Sombraluna del mar.


Las blancas estrellas cantan
y es tan quedo su cantar
que Sombraniña se esfuerza
para oírlas murmurar...


 -Escúchanos, Sombraluna
que es de sabios escuchar.
Te contaremos historias
de nuestro antiguo lugar
y encenderemos las luces
que no se van a apagar.




                                   
                                                            -Estrellas de plata pura,
sirenas de dulce sal...
¿por qué si viven conmigo
no las miran los demás?


-No preguntes, Sombraluna
que de tanto preguntar
los castillos de la playa
los tira de golpe el mar.

Los ojos de las estrellas
se vuelven oscuridad
y el canto de las sirenas
no lo vuelves a escuchar.



                                                

En la fuente Sombraluna
se recarga a imaginar
mientras el agua murmura
sus historias sin final.

Sombraluna, como siempre
se deja en la fuente ir
a los prados de la tarde
que tienen flores de lis.

Un castillo hay en un prado,
en el castillo un jardín.
En el jardín una fuente
y en la fuente yo te vi.



                                            

-Es de noche, Sombraluna...
Qué, ¿no te puedes dormir?

-Estoy mirando la cuna
que mece estrellas de anís.

-Y mañana, Sombraluna
te vas a desmañanar.
Se te va a quedar la noche
dormida en el delantal.




Desde el fondo de la fuente
una niña se asomó
para escuchar las canciones
que Sombraluna cantó.


La niña se vistió de agua
y brilló de oscuridad
con sus cabellos de plata
y sus pulseras de azahar.

                                                  

Era una niña encantada
muchos cientos de años ha.
Sombraluna la contempla
y la llama Soledad.


La niña sola se asombra
al sentirse en libertad.

Por los patios de la noche
quiere la niña salir
a jugar con Sombraluna...
que no se puede dormir.


                                                

En un castillo encantado
de minaretes de sol...
La niña sombra se alumbra
con un fugaz resplandor.

No quiere soles la niña
ni tampoco claridad.
Quiere la luna caída
para hacerla manantial.

Quiere una noche de menta,
esa azul oscuridad,
que se esconde en la mañana
para verla despertar.


                                               

En los arcos de la casa
la luna sale a cantar.
Lleva vestido de encaje
y pendientes de coral.
Canta que canta la luna.
Quiere que quiere salir
para cantarle a su niña
y para mirarte a ti.


De puntillas, Sombraluna
a la reja se asomó.
Quería oír las voces verdes
de las macetas en flor.

                                          

Tan sólo encontró silencio.
Solo silencio encontró.
De silencios Sombraluna
se compuso una canción.


Una canción de violetas,
de sombralunas en flor.
De niñasombra escondida
en un secreto verdor.


                                               

-¿Para qué la piel de almendra?
-Escribo mi vida ahí.

-¿Cómo cupieron las letras?
-Es fácil. Sólo escribí.

Las palabras más gastadas
las lavé con alhelí
y los nombres de las hadas
no te los puedo decir.

                                                    

Cuáles son, Sombra,
las cosas que no puedes repetir?
¿El aroma de la rosa?
¿Los nombres del mes de abril?


Niñasueño, no te obliguen
si no quieres, a decir
los secretos que tú sabes...
y que te saben a ti.

                                                   

Sombraniña caminaba
yerbaluna era su andar.
En las puntas de sus pasos
un jazmín se echó a llorar.

-Niñasombra no te vayas
pero si quieres salir
de la noche que es mi casa
da al jazmín algo de ti.


                                                       

-¿Qué podría darte yo
que tú no tuvieras ya?

 -El principio de tu sueño.
De tus sueños el final.
El trébol de madrugada,
la naranja al despertar,
la violeta en el pañuelo,
un clavel para mi ojal.


De la mano de la sombra
la luna se quiso ir
para vestirse de niña
y entre la gente vivir.
Y se puso Sombraluna
para poder resistir
sin que ninguno se entere
de lo que quiere decir.

Lorde

Lorde
lgarciaesperon@yahoo.com

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